Podemos considerar al tiempo como una línea, un concepto unidimensional que recorre su longitud sin fin, de -& a +&; de izquierda a derecha o viceversa, para entendernos.
Así, el espacio plano sería bidimensional, como una pantalla de cine, y aportaría el arriba y el abajo, conformando un área infinita.
Al añadir la profundidad, “el delante y el atrás”, tendremos el volumen del espacio tridimensional. (más…)
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